Las dahabiyas siguen siendo hoy en día una joya oculta del viaje por el río Nilo. El nombre (Dahabiya) proviene de la palabra árabe dahab (oro). Estos elegantes y bellos veleros ofrecen un viaje nostálgico. En el pasado, las dahabiyas estaban reservadas únicamente para los aristócratas y la realeza egipcia.
La dahabiya cuenta con barcos de dos mástiles impulsados por el viento, lo que la hace única por el silencio que ofrece, en comparación con otros cruceros motorizados. Este ambiente tranquilo permite a los huéspedes disfrutar de la impresionante vista del Nilo y relajarse en una de las 12 suites de lujo. Además, ofrece una experiencia distinta con comodidades modernas como electricidad, Wi-Fi y baños privados.
Las dahabiyas se remontan a la época faraónica; en las tumbas del Antiguo Egipto se representan embarcaciones tradicionales de este tipo. Ganaron gran popularidad durante la monarquía, cuando muchos personajes famosos, como el rey Faruq y el presidente Sadat, las utilizaron para lujosos viajes a lo largo del Nilo, desde El Cairo hasta Abu Simbel, durante meses, haciendo paradas en lugares emblemáticos con total estilo.
Aunque los barcos de vapor y diésel ocuparon su lugar durante un tiempo, las dahabiyas han vuelto a ser redescubiertas por los viajeros. Muchos las reservan para sus vacaciones. Su calado poco profundo es fundamental, ya que permite acceder a lugares ocultos como Gebel El Silsila, inaccesibles para embarcaciones más grandes. También es posible nadar cerca de islas remotas, disfrutar de cenas a la luz de las velas junto a templos antiguos y descubrir Egipto de una manera mucho más íntima.
La comida fresca, procedente de mercados o granjas locales, se prepara a diario y se sirve con bebidas locales.
Imagine dormir con el vaivén suave de las olas, interrumpido solo por el canto de un ave. Así es la noche en una dahabiya: noches tranquilas, días pacíficos y navegación silenciosa que garantizan una relajación total.